lunes, 23 de junio de 2014

CUANDO COJAS EL MAR




Cuando cojas el mar
-todo el mar-
entre tus manos
y lo extiendas sobre ti
no distraigas el camino de las olas
que llegan amorosas
vaciándose en su entrega
y a las arenas ardientes
enamoradas del azul intenso del cielo
que dora y madura tu cuerpo
no les preguntes por mí

porque allí estaré yo
sorprendiendo tus ojos de niña miedosa
peinando invisible tu pelo revuelto
como sí fuera la última página
o tal vez la primera
-en un mismo punto se encuentran-
de una vida que te volviera a nacer
entre mis dedos
moldeando tu talle moreno
en sazón ya
para una gran aventura

porque yo soy ese mar frío
que retienen tus manos
deslizándose suave
igual que un veneno insaciable
muy suave
como una serpiente por todo tu cuerpo
lleno de sol
electrizándolo
para colmarlo de un nuevo
y vigoroso placer
del que no te podrás separar

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